Hay diversidad en cuanto a los modos de organizarse, a las maneras que cada grupo ha elegido para la subsistencia, pero todos compartimos: la acogida sin condiciones, el respeto de la dignidad humana, el reconocimiento de la capacidad de cada quien para ser protagonista de su propia vida y ocuparse de sí mismo y la solidaridad hacia los más vulnerables.
Hay más de 300 grupos Emaús y afines repartidos en 36 países.